El Tapiz Invisible


Título: El Tapiz Invisible
Autor: Juan Antonio Fernández Madrigal
Cubierta: Juan Carlos Rivas Rubiales
Editorial: El Transbordador
Género: Fantasia+Ciencia Ficción
Nº de Páginas:395

Una tribu sobrevive en el desierto migrando periódicamente en la única dirección permitida, que fue definida por mitos preservados durante generaciones. Al mismo tiempo, en otro mundo muy distinto, amos y esclavos tampoco encuentran muchas direcciones en las que evolucionar, atrapados por sus interdependencias, los restos de una tecnología que no comprenden, la omnipresente hierma venenosa y una geografía tan reducida como impenetrable. Ambas sociedades se enfrentan a las mismas preguntas: ¿cuánto tiempo pueden mantenerse inmovilizadas entre esos límites infranqueables, no sólo físicos? ¿A quién puede ocurrírsele siquiera romperlos?
El Tapiz Invisible teje las historias de aquéllos que protagonizan esas rupturas junto con las de quienes las desean, las de quienes tratan de evitarlas y las de los indiferentes. En esta novela relacionada con la Saga de las Víboras de las Formas, pero que puede leerse de forma completamente independiente, la ciencia-ficción suave le sirve al autor como herramienta para explorar el ansia de poder, las dependencias de la humanidad con los ecosistemas que habita, el potencial de los seres más humildes y, en fin, uno de los verdaderos límites que nos impone la realidad: la imposibilidad de cambiar la dirección de la flecha del tiempo.

Aquí os traigo la reseña de la última publicación de Ediciones el Transbordador. Llevo unos meses de retraso con esta entrada debido a varios factores. Al fin la tenéis aquí con todo su esplendor y esas cosas que se suelen decir. Voy a intentar no tener tan abandonado el blog este verano pero no puedo prometer nada, así que ya veremos cómo va la cosa. Os dejo aquí un enlace para que podáis obtenerlo: El Tapiz Invisible

El Tapiz Invisible es una obra difícil de reseñar. Tiene muchas interpretaciones y capas tras las cuales se puede ver la complejidad que el autor ha imbuido en su obra. No voy a meterme en un análisis de todo esto pues los spoilers que saldrían de ahí no le gustarían a nadie, y ya sabéis que intento no hacer spoilers en las reseñas. Respecto a esto solo diré que recomiendo al menos una segunda lectura para que os vayáis dando cuenta de todo lo que hay oculto en la obra de Juan Antonio Fernández Madrigal.


Voy a empezar por las ilustraciones que encontramos por todo el libro. La cubierta, obra de Juan Carlos Rivas Rubiales, muestra en una manera muy bella muchísima información que muy posiblemente no entendamos ni comprendamos hasta haber leído la novela. Son los pequeños detalles, algunos sutiles y otros muy a la vista los que nos muestras algunos elementos de la trama. Además estos detalles están situados de forma que representen aquello que pasa en el transcurso de la novela. Sé que estoy siendo muy críptico pero si doy más detalles hago un spoiler bonito y grande.
Ahora quiero hablar de las pequeñas ilustraciones que el propio autor hizo y que vienen incluidas en cada capítulo. Cada una es un animal que, aunque en un principio parezca un capricho, tiene que ver con el desarrollo de dicho capítulo.
También tenemos al principio del libro algo que me ha gustado mucho: un mapa en forma de vidriera. En todos las novelas de fantasía se nos presentan mapas para que nos ubiquemos dentro de los mundos que visitamos pero todos, o casi todos, son muy parecidos. Encontrar una novedad de este estilo es algo que me ha gustado mucho.


La trama nos presenta los dos pueblos que vemos en la novela juntos a sus costumbres, además de las dos "razas" que forman una de ellas. Una de estas es una sociedad nómada que se dedica cada X años a caminar hacia el Sur, mientras que su chamán va hacia el lugar en el que habitaban antes de emigrar la generación anterior. La otra está dividida en dos "razas" como ya he dicho antes. Raza no es la palabra más correcta, creo que debería usar jerarquía. Lo que diferencia a los Altenos y Uremos es el tipo de collar que llevan: uno de ellos mantiene la mente abierta y el otro permite leer las mentes. Los primeros son esclavos de los segundos a pesar de ser iguales. 
La novela nos presenta a dos personajes que están conectados entre ellos de alguna manera a pesar de pertenecer a mundos distintos. Además de a éstos, contamos con otros dos puntos de vista que se van presentando a lo largo de la historia. 


Voy a hablar un poco más de la trama pero más bien según mis pensamientos y cómo la veo yo. Por supuesto nada de spoilers. En un principio creía que iba a ser la típica novelucha de fantasía. Hay abundancia de este tipo de libros así que fue mi primera impresión. Pilar, la editora de ediciones el Transbordador fue la que me hizo animarme de manera indirecta a darle una oportunidad. No porque ella me dijese que la novela me iba a gustar ni nada por el estilo. Todo viene a que sé que Pilar no va a publicar algo que sea malo en su editorial y eso realmente me hizo tener ganas de leerla. En un principio me encontré a estos dos protagonistas jóvenes que me recordaban a esos de otras muchas novelas y más adelante empezaron a llegar las intrigas políticas y tal. Esto no me daba muchas esperanzas pero entonces me di cuenta de que aparecían muchos animales rondando por ahí, y no sabía por qué. Decidí volver a empezar la novela pero prestando atención a los animales y la cosa no solo quedaba más clara, si no que además todo pintaba mucho mejor. Así como consejo a futuros lectores os recomiendo que prestéis muchísima atención al tema de los animales, da igual lo insignificante que parezcan en ese momento pues tienen su importancia y su simbolismo.


Siguiendo un poco con el tema de los animales yo diría que es una de las facetas que más me ha gustado de la novela. Como todo aquel que me conoce sabe me gustan mucho los animales tanto vivos como en mi plato, y la verdad es que me ha llamado mucho la atención la importancia que Fernández Madrigal les da. Las descripciones que nos encontramos en la novela de estos seres está hecha con maestría y mucho cuidado, y una cosa que me ha encantado es cómo cada personaje ve a dichos animales de una forma u otra dependiendo de su perspectiva. No tenemos una sola descripción de lo que sea que se esté describiendo y ya está. Nos encontramos con una forma dinámica y progresiva de ir explicando cómo son estos seres para que los sigamos teniendo en cuenta y comprendamos su importancia.

Ahora creo que va siendo hora de hablar de lo que no me ha gustado tanto. Como a todo el mundo hay cosas que me gustan más y otras que me gustan menos. En este caso más que disgustarme me ha causado extrañez pues no estoy acostumbrado a ver algo así. Hablo de los cambios de tiempo según si se habla de un mundo o del otro. En el de la tribu nómada se usa el presente, mientras que en el otro el pasado. Es un soplo de aire fresco en cuanto a lo que estoy acostumbrado leer pero no puedo evitar que me chirríe un poco pues a la hora de cambiar de punto de vista entre personajes me parece que el cambio es forzado mientras que si fuese el mismo tiempo no lo sería tanto. Especulando un poco, pues no lo he comentado con el autor, tal vez esto se deba a que el pueblo nómada vive al día, en el presente y tiene que tomar las decisiones con rapidez con tal de sobrevivir en el peligroso mundo que habita, mientras que los Uremos y Altenos narran en pasado pues se toman un tiempo para reflexionar aquello que hacen y no disponen de la flexibilidad que los nómadas poseen. Otra razón parecida puede ser que los habitantes del Acomté necesitan usar ese estilo narrativo para así poder tomar unas decisiones muy calculadas para no arriesgar su supervivencia y además disponen del lujo de vivir en el pasado observando aquello que sus antepasados hicieron. Los nómadas en cambio deciden vivir de acuerdo a unas tradiciones que van cortando su pasado y les fuerzan a moverse hacia adelante siempre. Como ya he dicho antes estas son suposiciones mías y no sé si Fernández Madrigal habrá querido indicar esto a la hora de decidirse por narrar su historia de esta forma.


Con esto ya está todo terminado. Espero que la reseña haya gustado y si tenéis curiosidad por comprar el libro os he dejado un enlace al principio.

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu reseña, me ha dado que pensar sobre todo en lo de los tiempos verbales. Algo de lo que dices hay, sí :) Además, desde el punto de vista formal, el tiempo presente da más intensidad que el pasado, y en el acomté ya hay suficiente intensidad con todos los líos que tienen encima ;)

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    1. Gracias por pasarte por aquí y tomarte el tiempo de leer la reseña y dejar un comentario. Llevas toda la razón sobre lo del acomté. Ya tienen suficiente los pobres para que además se les ponga más intensidad encima.

      Un abrazo ^^

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